Doctrina y Convenios 99

1 He aquí, así dice el Señor a mi siervo John Murdock: Eres llamado para ir a las regiones del este, de casa en casa, de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, a proclamar mi evangelio sempiterno a sus habitantes, en medio de la persecución e iniquidad.

2 Y el que te reciba, me recibe a mí; y tendrás el poder para declarar mi palabra con la demostración de mi Santo Espíritu.

3 Y quienes te reciban como niños pequeños, recibirán mi reino; y benditos son, porque alcanzarán misericordia.

4 Y quienes te rechacen, serán rechazados de mi Padre y de su casa, y limpiarás tus pies en lugares secretos por el camino como testimonio contra ellos.

5 Y he aquí, vengo pronto para hacer juicio, a fin de convencer a todos de sus obras inicuas que han cometido en contra de mí, como está escrito de mí en el libro.

6 Y ahora, de cierto te digo, no conviene que salgas hasta que se provea para tus hijos, y sean enviados con bondad al obispo en Sion.

7 Y después de pocos años, si lo deseas de mí, también podrás ir a la buena tierra para poseer tu heredad;

8 de otra manera, continuarás proclamando mi evangelio hasta que seas llevado. Amén.