Doctrina y Convenios 36

1 Así dice el Señor Dios, el Fuerte de Israel: He aquí, te digo, mi siervo Edward, bendito eres, y te son perdonados tus pecados, y eres llamado a predicar mi evangelio como con voz de trompeta;

2 y pondré sobre ti mi mano por conducto de las de mi siervo Sidney Rigdon, y recibirás mi Espíritu, el Espíritu Santo, sí, el Consolador, que te enseñará las cosas apacibles del reino;

3 y lo declararás en voz alta, diciendo: ¡Hosanna, bendito sea el nombre del Más Alto Dios!

4 Y ahora te doy este llamamiento y mandamiento concerniente a todos los hombres:

5 Que cuantos vengan ante mis siervos Sidney Rigdon y José Smith, hijo, y acepten este llamamiento y mandamiento, serán ordenados y enviados a predicar el evangelio sempiterno entre las naciones,

6 para proclamar el arrepentimiento, diciendo: Salvaos de esta generación perversa, y salid del fuego, aborreciendo aun hasta las ropas contaminadas con la carne.

7 Y se dará este mandamiento a los élderes de mi iglesia, para que todo hombre que lo acepte con sencillez de corazón sea ordenado y enviado tal como lo he hablado.

8 Soy Jesucristo, el Hijo de Dios; por tanto, ciñe tus lomos y vendré súbitamente a mi templo. Así sea. Amén.