Doctrina y Convenios 23

1 He aquí, Oliver, te hablo unas pocas palabras. He aquí, bendito eres y no estás bajo condenación. Mas cuídate del orgullo, no sea que entres en tentación.

2 Da a conocer tu llamamiento a la iglesia, y también ante el mundo, y se abrirá tu corazón para predicar la verdad desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

3 He aquí, Hyrum, te hablo estas pocas palabras; porque tú tampoco estás bajo condenación, y abierto está tu corazón y desatada tu lengua; y tu llamamiento es exhortar y fortalecer a la iglesia de continuo. Por tanto, tu deber es para con la iglesia para siempre, y esto a causa de tu familia. Amén.

4 He aquí, Samuel, te hablo algunas palabras, porque tú tampoco estás bajo condenación, y tu llamamiento es exhortar y fortalecer a la iglesia; y todavía no has sido llamado a predicar ante el mundo. Amén.

5 He aquí, te hablo a ti, Joseph, unas palabras; porque tú tampoco estás bajo condenación, y también tu llamamiento es exhortar y fortalecer a la iglesia; y este es tu deber desde ahora en adelante y para siempre. Amén.

6 He aquí, por estas palabras te manifiesto a ti, Joseph Knight, que has de tomar tu cruz, para lo cual debes orar vocalmente ante el mundo, así como en secreto, y con tu familia, y entre tus amigos, y en todo lugar.

7 Y he aquí, tu deber es unirte a la iglesia verdadera, y dejar que tus palabras sean de exhortación continuamente, para que recibas la recompensa del obrero. Amén.